jueves, 8 de marzo de 2007

Introducción: Globalización y medio ambiente


Como ya he dicho lo que me interesa mucho en correlación con la globalización son los efectos sobre el medioambiente. Con tal motivo curso la asignatura Economía ambiental para obtener más información sobre este tema.

El problema es que muchas personas, cuándo escuchan el término “Globalización”, inmediatamente piensan en los efectos sobre la economía y la tecnología en general. Pero, ¿qué ocurre con el medioambiente entretanto? Esta es la cuestión principal a la que me dedicaré en los siguientes artículos.

Sin embargo, al comienzo trato de hacer comprender lo que la globalización significa para mi en general.

El término “globalización” caracteriza los cambios ligeros a que el mundo se ve abocado desde algún tiempo. En vista de que todo el mundo está contemplado por la globalización, no es posible disputar sobre ningún tema tratando de la política, cultura o economía sin tener en consideración las incidencias a nivel mundial – en mi opinión personal.

En los tiempos que corren creo que es casi impensable tomar medidas en la política ambiental de los países particulares sin tener en cuenta las relaciones de los mercados internacionales. La cuestión es que muchas veces los reglajes del medioambiente tienen efectos sobre la competitividad internacional de las empresas reguladas.

Además no se puede olvidar que no se habla de una interdependencia global sólo en conexión con los mercados; los problemas ecológicos no están considerados sólo desde una perspectiva local, regional o nacional, sino también a nivel mundial.

Por las señas la globalización intenta dar a la economía la supremacía, comparada con la política, los aspectos sociales, la cultura y el medioambiente. Por consiguiente el mantenimiento del entorno está supeditado frente a los desarrollos económicos. Las consecuencias son, por ejemplo, el desmonte completo de los bosques , el calentamiento global, la destrucción de los paisajes, ect… y peor aun, las regiones del Tercer Mundo están afectadas por estos cambios. Estamos todos de acuerdo en que así el contraste entre la riqueza y la pobreza se está acrecentando.

Lo que puede ser observado es el traslado de la competencia de decisión de las instituciones locales y nacionales a las internacionales. Así, sin un control suficientemente democrático, es fácil para las grandes empresas multinacionales ejercer su influencia sobre las anteriores.
En mi opinión la política tiene que contratar los consorcios transnacionales que son activos en todo el mundo a una actuación tolerable para el medio ambiente.

Por eso es fundamental que la relación entre la globalización y el medioambiente se desarrolle de forma tal, que la gente tome en cuenta las posibles consecuencias futuras para llevar a cabo, además, las determinaciones correctas ante las mismas.

Con esta breve reseña ya tenéis una vista general sobre mi perspectiva al respecto y que profundizaré más adelante en mi blog.

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